Limpieza facial: pasos a seguir
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¿Realizas a diario tu limpieza facial? Tanto si lo haces como si no este artículo te interesa.
Dicen que la perseverancia es la clave del éxito, y es cierto. Nada se consigue si no se trabaja con constancia y esto es así tanto en las cosas más importantes, como en aquellas que lo son menos. Seguro que en tu día a día estás muy ocupada y dentro de tus prioridades a veces no incluyes algo tan vital como cuidarte. A la hora de lucir una piel joven es imprescindible persistir en todas tus rutinas, incluyendo la limpieza facial. Si has descuidado este aspecto, seguro que te interesa conocer cómo se debe realizar paso a paso.
Rutinas de limpieza facial
La limpieza facial es clave para lucir una piel cuidada. Por mucho que inviertas en los mejores productos para el cuidado facial, si no limpias tu cutis de nada servirán el resto de medidas que tomes.
La limpieza de tu rostro debe incluir dos rutinas diferentes:
- Limpieza diaria. Sirve para mantener una piel hidratada, joven y lo que es más importante, libre de impurezas y suciedad. Debe realizarse al menos cada noche.
- Limpieza profunda. Ayuda a eliminar las células muertas y, además, incentiva la renovación celular. Es conveniente realizar este tratamiento cada 15 días.
¿Cómo debe ser la rutina diaria de limpieza?
Decíamos en el apartado anterior que la rutina diaria de limpieza debe realizarse al menos cada noche. Se trata del mínimo requisito para tener tu piel medianamente limpia y no dormir con restos de maquillaje, que no permiten que la piel transpire, con todas las consecuencias que se derivan de este hecho. Otro aspecto importante de la limpieza nocturna es que de noche es cuando mejor asimila la piel los nutrientes que se encuentran en los cosméticos que utilizas.
Pero lo ideal es limpiar la piel al levantarte para eliminar los restos de grasa que tu piel ha producido durante la noche, y por supuesto, por la noche, como ya sabes, para eliminar la suciedad, las impurezas y el maquillaje.
Es importante que antes de comenzar tu rutina de limpieza tengas la cara despejada, para facilitar el trabajo y para evitar que tu pelo se manche con los productos.
Después aplica la leche limpiadora, masajeando con tus dedos la piel. Cuando termines, retira los restos con un algodón humedecido. Repite la operación y comprueba que el algodón sale limpio. Por supuesto, debes tener cuidado y emplear siempre una leche limpiadora que sea apta para tu tipo de piel. Si tienes cualquier problema, o notas que tu cutis cambia, será necesario que utilices un producto que resulte más apropiado.
Aunque seguro que te interesará conocer que existen en el mercado productos que pueden ser utilizados por personas con distintos tipos de piel, incluso con algunos problemas asociados a la misma.
Limpieza facial con un gel limpiador purificante
Una opción muy práctica es utilizar MS Gel Limpiador Purificante. Con este gel conseguirás una limpieza exhaustiva del rostro, con una ligera acción exfoliante. Por supuesto, sin que se irrite la piel. Sus activos antibacterianos consiguen equilibrar el nivel de grasa de la piel, además de controlar la descamación natural de la piel y garantizar su regeneración.
Otro aspecto importante es que cuida de tu piel y restaura la flora bacteriana del cutis. Se utiliza de forma sencilla, solo tienes que aplicar el producto sobre tu rostro y realizar un tenue masaje. Se formará una ligera espuma. Aclara con agua y vuelve a repetir la operación dejando que el producto actúe en tu piel. Pasados unos minutos, retíralo con agua y seca con cuidado con una toalla. Nunca restriegues tu piel, es mejor que con esa toalla des pequeños toques a tu rostro.
Es un cosmético apto para cutis normales, alterados y con tendencia a la seborrea. Incluso cuando se sufren diferentes patologías que requieren un cuidado especial, como acné.
El primer paso que das con este producto te servirá para retirar el maquillaje y el segundo para eliminar la suciedad más profunda. De esta forma tendrás una piel limpia, sana y sin restos de maquillaje con un solo producto.
Este gel puede ser utilizado por las mañanas y por las noches.
Comprueba que toda la piel quede perfectamente limpia, sobre todo el contorno de los ojos. Si dejas restos de máscara de pestañas en esa zona tu mirada se verá triste al día siguiente.
Limpieza facial de piel realmente deshidratada
MS Aceite Espumoso se utiliza para la piel normal, seca o deshidratada, y en las pieles que están alteradas y descamadas. Siempre sin irritar. Conseguirás un extra de hidratación. Se trata de un aceite concentrado que consigue limpiar y sanear la piel de tu rostro.
También es válido si se sufre piel atópica, ictiosis o psoriasis.
Tonifica la piel
Dentro de la rutina de limpieza facial se suele utilizar un tónico justo después de la limpieza. Se emplea para refrescar la piel, para eliminar cualquier resto y para cerrar los poros. Su objetivo es dejar la piel preparada para hidratar, o nutrir el rostro, con el siguiente producto.
Si utilizas los productos que te hemos recomendado tu piel estará perfectamente limpia, por lo que en principio no sería necesario que utilizases un tónico.
¿Las toallitas desmaquillantes son una buena opción?
Es importante que trates de evitar el uso de toallitas desmaquillantes, al menos de forma habitual. Es cierto que te pueden resultar útiles en situaciones de emergencia, es decir, si un día estás muy cansada o para irte de viaje.
Pero no abuses de su uso, ya que en muchos casos llevan alcohol. Además, no se consigue una limpieza tan profunda como la obtenida con otro tipo de productos. Si empleas este recurso, lo mejor es que después te aclares la cara con agua fría, y utilices tanto el sérum como la crema nutritiva.
Limpieza facial profunda
Es importante que cada dos semanas limpies en profundidad la piel de tu rostro. Podrás retirar la piel muerta y devolver a tu cutis un aspecto más joven y natural.
Lo primero que debes hacer es utilizar un exfoliante, te permitirá tonificar y oxigenar la piel, al eliminar las células muertas que pueden estar bloqueando tus poros. Es conveniente que utilices un producto que no sea agresivo y que cuide de tu piel. Ten en cuenta que es apto para tu cutis.
Lo primero debes limpiar bien tu rostro. Luego aplícate el exfoliante en la cara realizando un suave masaje, sin llegar al contorno de los ojos. Por supuesto, no utilices este producto si tu piel está sufriendo algún problema como acné, está irritada o quemada.
Es bueno que después de exfoliar la piel utilices una mascarilla calmante. Cuando utilices tu sérum y la crema, tu rostro estará más preparado para asimilar todos los nutrientes que le aportan.
Ahora que ya sabes cómo debe ser la limpieza facial diaria y profunda, solo tienes que poner en práctica todos los consejos que hemos visto. Conseguirás una piel joven y luminosa.
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