Las capas de la piel: descubre todo sobre ellas
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Has oído hablar miles de veces sobre el órgano más extenso del cuerpo pero, ¿sabías que las capas de la piel son diferentes entre sí? Hoy te contaremos todo sobre cada una de ellas.
A veces, cuando se habla de la piel, parece que se entiende que esta no es más que la envoltura del cuerpo. Desatender sus distintas partes, cada una de ellas con características peculiares y muy distintas entre sí, es algo que llevará a cuidarlas mal y a no disfrutar de la mejor salud cutánea.
¿Qué son las capas de la piel?
La piel es el mayor órgano de todos los que forman tu cuerpo. Para que te hagas una idea, la de una persona de complexión media que pese en torno a 70 kg mide unos 2 metros cuadrados, por lo que no estamos hablando de algo pequeño o microscópico.
Su grosor y densidad varían también dependiendo de la zona del cuerpo. Si te miras al espejo y ves la piel que recubre tus párpados estarás delante de la zona más fina que hay en tu cuerpo al no tener más que 0,5 mm aproximadamente. Por el contrario, si miras tus talones tienes que saber que ahí hay una capa de piel que tiene unos 4 mm de grosor aproximadamente.
Este gran órgano, que es la primera barrera frente a las agresiones externas, está dividido en distintas partes que son las que le dan su consistencia y sus propiedades. Entre una y otra capa no hay mucha relación, ya que cuentan con funciones muy diferentes. Eso sí, en conjunto, las capas son las que dan forma a tu piel y crean un órgano que sigue maravillando por su perfección y capacidad para cumplir con su tarea.
Teniendo todo esto en cuenta, la realidad es que no deberías caer en el error de querer cuidar toda tu piel por igual. La zona de tu cuerpo, el estado de la piel o la capa que esté dando problemas son aspectos relevantes que debes tener muy presentes para poder disfrutar de una salud cutánea óptima.
Cuáles son las capas de la piel
Antes de meternos de lleno con otros asuntos es bueno que hablemos y dejemos claro cuáles son las capas que hay en la piel de cualquier persona. De una forma muy resumida, ya que el asunto podría dar para muchas divisiones, el número de capas es de 3, ya que estas son las más importantes.
Epidermis
La epidermis es la capa que puedes ver a simple vista y que recubre tu cuerpo entero. Además de ser la más externa, también es la más extensa. Se compone fundamentalmente de células que van madurando hasta ser eliminadas en la zona externa de tu cuerpo. Sí, eso que llamas piel muerta y que eliminas con sesiones de exfoliación no son más que queratinocitos que tu cuerpo va expulsando desde la capa interna de la epidermis hasta la externa, y es que la renovación de tu piel es algo que nunca se detiene.
Dermis
Debajo de la epidermis se encuentra la dermis, que es la segunda capa a la que hay que prestar atención. Si pudieses separar la una de la otra verías que las diferencias son notables. En esta segunda capa se encuentran los vasos sanguíneos, los nervios que dan el sentido del tacto e incluso las glándulas sudoríparas que tan activas están durante el verano. También puedes encontrar aquí las glándulas sebáceas, responsables de la piel grasa pero que resultan fundamentales para que la epidermis se mantenga hidratada ante las agresiones externas. Los folículos pilosos, de donde nace todo el pelo que hay en tu cuerpo, también están dentro de la dermis, así que puedes comprobar que esta capa es una de las más importantes de todas.
Hipodermis
En último lugar tienes la hipodermis. Es la que está a un nivel más profundo y, dicho de una forma muy simple, contiene la grasa de tu cuerpo sin que haya mucho más en ella.
Ahora ya conoces las capas que forman tu piel, por lo que deberías empezar a mirar la envoltura de tu cuerpo como algo más complejo de lo que siempre habías pensado.
Cuáles son las funciones de cada capa
Si tienen características tan diferentes no es casualidad, y es que cada una de las capas de la piel que te hemos mostrado antes tiene su propia función en tu organismo.
Al contrario que en el apartado anterior, ahora vamos a comenzar desde la capa más profunda. La hipodermis es el reservorio de grasa del cuerpo. Esto a veces nos molesta, como cuando queremos perder esos kilos que no sobran, sin embargo, es necesario para la salud del resto del organismo. Además, la hipodermis une toda la piel a músculos y tendones, por lo que sin ella sería imposible que la piel se doblara.
La dermis es vital por muchos motivos. Aquí no vamos a entrar en la utilidad de cada uno de los tipos de glándulas que la forman, ya que esto podría ser demasiado extenso. Sin embargo, el colágeno producido en la dermis sí que te interesa. El motivo es que es el responsable de reparar las pequeñas grietas, marcas o imperfecciones que pueden surgir, por lo que es recomendable cuidar la dermis para que produzca colágeno que evite el envejecimiento prematuro.
Por último, la epidermis protege al cuerpo en su integridad y, además en la unión de dermis y epidermis se encuentran los melanocitos, que envían prolongaciones hacia la epidermis y son responsables de producir melanina. Esta sustancia es la que hace que la piel tome un color u otro, por lo que buena parte de tu bronceado depende de ello.
Cómo cuidar las capas de la piel
De nuevo vamos a comenzar por la hipodermis para hablarte de sus cuidados. Como no vas a poder acceder directamente a ella, el consejo que tenemos que darte es que te hidrates en profundidad y hagas ejercicio. Te puede parecer que esto no tiene nada que ver con tu piel. Nada más lejos de la verdad, ya que el sistema linfático se servirá del ejercicio para mantener la hipodermis en perfecto estado sin que esta te dé ningún problema.
Con la dermis tienes varios consejos que son de utilidad. Por ejemplo, no te toques en ningún momento los poros o espinillas que aparezcan, ya que conectan directamente con la zona intermedia de tu piel. Exfóliate, pero con moderación. Un uso excesivo de esta técnica puede irritar gravemente tu epidermis dejando que la dermis quede expuesta a agresiones que no le harán ningún bien, por lo que tienes que tomar precauciones al respecto. Si te maquillas, eliminar los productos antes de dormir es fundamental, ya que sus agentes podrían llegar a esta capa de la piel alterando su funcionamiento.
Con la epidermis tienes que tener claro el tipo de piel que tienes. Si tienes tendencia a la sequedad, la hidratación es fundamental, mientras que una piel grasa deberá usar productos específicos para este problema. Exfolia regularmente y emplea cremas correctoras para reparar los pequeños desperfectos que se puedan producir en la epidermis.
Junto con todo lo anterior, tu dieta es clave para las tres capas de las que estamos hablando. La piel se nutre de vitaminas, colágeno y betacarotenos. Incluir alimentos con estas sustancias es fundamental para que esta esté en perfecto estado, todo para que el envejecimiento prematuro no sea ningún problema.
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